La Suerte en los Juegos: dados
El tema de los dados siempre resulta apasionante para los jugadores, algunos creen que los dados los odian y otros creen que los dados son pura suerte y deberían de quedar fuera de juegos inteligentes y estratégicos. Es fácil comprender el origen de estas posiciones. No siempre obtenemos el resultado deseado en los dados así que los encontramos inexactos.
Primero hay que entender cómo funcionan. Si ponemos el ejemplo de una moneda, solo hay 2 opciones: escudo o corona. Así que tenemos 50% de probabilidad de obtener escudo y corona. Si tiro un dado de 6 caras (D6), voy a tener la misma probabailidad de que salgan los distintos lados, o sea 1/6 de probabilidad (apróximadamente un 16%).
La probabilidad con un dado es la misma para todos los números porque solo hay forma posible de que aparezca ese número. Ahora bien, la construcción del propio dado puede introducir una leve variación en este porcentaje. Los dados con lados curvados no poseen precisa simetría entre sus lados, lo que podría levemente favorecer a que salga un # más que otro, pero eso ya es cuestión de física. De igual forma si los lados de los dados no miden lo mismo, se va a favorecer más un lado que el otro. Según estudios, los dados de madera son los que tienen más asimetrismo en su construcción y por tanto no son tan confiables como un dado de plástico que ha sido construido con un molde con aristas planos.
Los casinos saben todo esto, por eso es que sus dados son hechos con precisión milimétrica, aristas planos y caras simétricas. Llegan hasta el punto rellenar todos los puntos del dado, para que cada cara pese lo mismo. Se podría argumentar que en un dado con huecos por puntos el 1 pesa más que el 6, ya que tiene 5 huecos más.
Ahora si combinamos 2 dados, las probabilidades de que aparezcan los números van a cambiar, porque hay distintas combinaciones para conseguir los distintos números.
Primero hay que entender cómo funcionan. Si ponemos el ejemplo de una moneda, solo hay 2 opciones: escudo o corona. Así que tenemos 50% de probabilidad de obtener escudo y corona. Si tiro un dado de 6 caras (D6), voy a tener la misma probabailidad de que salgan los distintos lados, o sea 1/6 de probabilidad (apróximadamente un 16%).
La probabilidad con un dado es la misma para todos los números porque solo hay forma posible de que aparezca ese número. Ahora bien, la construcción del propio dado puede introducir una leve variación en este porcentaje. Los dados con lados curvados no poseen precisa simetría entre sus lados, lo que podría levemente favorecer a que salga un # más que otro, pero eso ya es cuestión de física. De igual forma si los lados de los dados no miden lo mismo, se va a favorecer más un lado que el otro. Según estudios, los dados de madera son los que tienen más asimetrismo en su construcción y por tanto no son tan confiables como un dado de plástico que ha sido construido con un molde con aristas planos.
Los casinos saben todo esto, por eso es que sus dados son hechos con precisión milimétrica, aristas planos y caras simétricas. Llegan hasta el punto rellenar todos los puntos del dado, para que cada cara pese lo mismo. Se podría argumentar que en un dado con huecos por puntos el 1 pesa más que el 6, ya que tiene 5 huecos más.
Ahora si combinamos 2 dados, las probabilidades de que aparezcan los números van a cambiar, porque hay distintas combinaciones para conseguir los distintos números.
Número - Combinaciones
Si observamos los resultados vemos un patrón. Hacia el centro tenemos más probabilidades de obtener esos números que de movernos hacia los extremos. De hecho vemos la típica campana de Gauss, con el mayor número de incidencias en el centro. Hasta el momento la información obtenida, nos comprueba que los dados no son cosa del azar sino que pertenecen al mundo de la estadística y probabilidad.
Así que la mentalidad que equipara a los dados con cosa de suerte, esta equivocada. Se requiere de una mente que calcule las probabilidades y tome riesgos informados a partir de ahí para escoger la mejor de sus jugadas. Es obvio que si estoy tirando 2 D6 (dados de 6 caras) y ocupo un 9 ó 12, van a ser menores mis probabilidades que si ocupara un 7. De igual forma, es curioso notar que las probabilidades del 2 y el 12 son las mismas, así que sacar un número muy bajo (o muy alto) no es mala suerte; al contrario se obtuvo una incidencia con probabilidad muy baja. Es interesante notar que si agregamos más dados la curva de Gauss, simplemente se definirá aún más. Por eso es más confiable tirar 12 dados a solamente 2, las probabilidades aumentan.
Por último, quien no haya recibido educación estadística y aún piense que la suerte tuvo que ver cuando perdió un juego, igualmente desconoce la Teoría del Caos o como se le conoce también: sistemas no lineares. La Teoría del Caos no es nueva, simplemente es más fácil estudiarla en la actualidad con los recursos que facilitan el análisis de información masiva. El caos determina que no hay azar en la vida y que por el contrario, todo corresponde a un patrón. Muchas veces el patrón es tan grande, que lo que consideramos aleatorio es porque no conocemos el resto de la tendencia. Por ejemplo, si yo tomara la producción de algodón en 10 años podría decir que hubo un año muy malo, excepcionalmente malo entre esos 10 años y pensaría que fue mala suerte. Pero si analizara la información de 200 años encontraría que con cierta frecuencia se presentan esos años excepcionalmente malos.
Así quién diga que un juego no es bueno por usar dados o azar no fundamenta su posición en la ciencia. El hecho es que el "azar" es parte de la vida real y por dicha, tenemos instrumentos estadísticos como los dados que nos permiten de manera precisa simularla o medirla.
Escrito por José Manuel Agüero F.
28-08-2008
Si observamos los resultados vemos un patrón. Hacia el centro tenemos más probabilidades de obtener esos números que de movernos hacia los extremos. De hecho vemos la típica campana de Gauss, con el mayor número de incidencias en el centro. Hasta el momento la información obtenida, nos comprueba que los dados no son cosa del azar sino que pertenecen al mundo de la estadística y probabilidad.
Así que la mentalidad que equipara a los dados con cosa de suerte, esta equivocada. Se requiere de una mente que calcule las probabilidades y tome riesgos informados a partir de ahí para escoger la mejor de sus jugadas. Es obvio que si estoy tirando 2 D6 (dados de 6 caras) y ocupo un 9 ó 12, van a ser menores mis probabilidades que si ocupara un 7. De igual forma, es curioso notar que las probabilidades del 2 y el 12 son las mismas, así que sacar un número muy bajo (o muy alto) no es mala suerte; al contrario se obtuvo una incidencia con probabilidad muy baja. Es interesante notar que si agregamos más dados la curva de Gauss, simplemente se definirá aún más. Por eso es más confiable tirar 12 dados a solamente 2, las probabilidades aumentan.
Por último, quien no haya recibido educación estadística y aún piense que la suerte tuvo que ver cuando perdió un juego, igualmente desconoce la Teoría del Caos o como se le conoce también: sistemas no lineares. La Teoría del Caos no es nueva, simplemente es más fácil estudiarla en la actualidad con los recursos que facilitan el análisis de información masiva. El caos determina que no hay azar en la vida y que por el contrario, todo corresponde a un patrón. Muchas veces el patrón es tan grande, que lo que consideramos aleatorio es porque no conocemos el resto de la tendencia. Por ejemplo, si yo tomara la producción de algodón en 10 años podría decir que hubo un año muy malo, excepcionalmente malo entre esos 10 años y pensaría que fue mala suerte. Pero si analizara la información de 200 años encontraría que con cierta frecuencia se presentan esos años excepcionalmente malos.
Así quién diga que un juego no es bueno por usar dados o azar no fundamenta su posición en la ciencia. El hecho es que el "azar" es parte de la vida real y por dicha, tenemos instrumentos estadísticos como los dados que nos permiten de manera precisa simularla o medirla.
Escrito por José Manuel Agüero F.
28-08-2008